sábado, 19 de abril de 2014

Dorothea Lange

Fotografía
029 – Dorothea Lange
Fiel testimonio de la Gran Depresión

Dorothea Lange (Hoboken, 1895 - San Francisco, 1965), fotógrafa estadounidense, una de las iniciadoras del documentalismo social. Tras estudiar fotografía en la Universidad de Columbia, en la que tuvo como profesor a Clarence Hudson White, inició su carrera como retratista de estudio. Con la crisis de 1929, su compromiso cívico y social la impulsó a salir a las calles de San Francisco para reflejar mediante sus fotografías la insostenible situación de los más desfavorecidos.
Pronto sus impactantes imágenes sobre las víctimas de la Gran Depresión llamaron la atención del grupo de los fotosecesionistas y de la opinión pública en general, lo que le valió ser llamada por el Gobierno como voz gráfica de la conciencia americana. En 1935 la Farm Security Administration (FSA, Administración para la Seguridad Agraria) la contrató, junto a otros fotógrafos, para documentar los estragos que la gran recesión de los años treinta había causado en la América rural.
Las imágenes fueron reunidas en el libro An american exodus: a record of human erosion (El éxodo americano: un documento sobre el deterioro humano, 1939, en colaboración con P.S. Taylor). Una de las fotografías más destacadas de ese crudo reportaje fue Madre emigrante (Migrant Mother, 1936), retrato de Florence Owens Thompson y tres de sus hijos en el campo de Nipomo (California), que quedó como expresivo icono de la íntima desesperación y la infinita tristeza de miles de familias desamparadas.
Florence Owens, la tristeza de la Gran Depresión, esta mujer se convirtió en el rostro que mejor expresaba el profundo drama humano que supuso la Gran Depresión. La foto fue realizada por Dorothea Lange en California, en 1936 y se conoce como "Madre migrante". El testimonio de la fotógrafa nos relata las circunstancias en las que la hizo: “Vi y me acerqué a la famélica y desesperada madre como atraída por un imán. No recuerdo cómo expliqué mi presencia o mi cámara a ella, pero recuerdo que ella no me hizo preguntas. No le pedí su nombre o su historia. Ella me dijo su edad, que tenía 32 años. Me dijo que habían vivido de vegetales fríos de los alrededores y pájaros que los niños mataban. Acababa de vender las llantas de su coche para comprar alimentos. Ahí estaba sentada reposando en la tienda con sus niños abrazados a ella y parecía saber que mi fotografía podría ayudarla y entonces me ayudó. Había una cierta equidad en esto.”
Fotógrafa del inmigrante, del pobre y del desplazado, Dorothea Lange recogió también en su obra las impresionantes escenas de las detenciones de americanos de origen japonés en los inicios de la guerra del Pacífico, y realizó trabajos para varias revistas en América Latina, Asia y África.


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