jueves, 31 de octubre de 2013

Casa Botín

Gastronomía
017 - Casa Botín
El restaurant más antiguo del mundo

Fundado en 1725. Como hecho anecdótico referido a esta época cabe señalar que el Libro Guinnes de los Records, en su edición de 1987, afirma que un adolescente Goya, allá por 1765, trabajó como friegaplatos en Botín. En esta misma edición se designa a Botín como el restaurante más antiguo del mundo.
Historia
Jean Botin y su esposa fundaron en el año 1725 (fecha grabada en piedra a la entrada) como posada con un horno de leña, el local ubicó su negocio en la planta baja (sobre la que hicieron una reforma) del edificio de la Calle Cuchilleros, 17 (muy cerca de la Plaza Mayor de Madrid). Ubicado en una zona muy céntrica de la capital. El negocio a la muerte de Jean y esposa recayó sobre un sobrino de ellos que se llamaba Candido Remis. El nombre actual de este local "Sobrino de Botín" procede de aquella época (1868). 
Características
El restaurante presenta una imagen del siglo XVI, ocupa cuatro plantas del edificio. En su interior los techos son bajos. La decoración se encuentra recargada de muebles y reliquias del pasado. Posee una única entrada cubierta de madera. Trabajan casi 70 personas en sus instalaciones. Posee una capacidad de unos 200 comensales, por regla general se sirven entre 350 y 400 comidas y cenas, habiendo registrando su récord en 735 por día.
Las especialidades que se sirven en el local se fundamentan en la cocina castellana y madrileña. Los asados castellanos siendo muy afamado el cochinillo asado y cordero asado (Cordero lechal) que se realiza en su antiguo horno de leña que reside en el interior de la cocina. El asado de cordero lechal se prepara con aceite de oliva, pimentón, sal y ajo haciéndolo girar lentamente al fuego (asado media hora por cada lado). Son famosas las sopas al estilo castellano, una de las más mencionadas es la sopa al cuarto de hora (sopa de pescado). La repostería es muy famosa y se fundamenta en recetas clásicas: pestiños, bartolillos y flan de huevo.
Curiosidades
Se menciona que el pintor Francisco de Goya estuvo trabajando en sus cocinas en 1765, antes de destacar como pintor (con 19 años).
Una de las placas exteriores recuerda que el gran novelista Benito Pérez Galdós en su obra Fortunata y Jacinta menciona el restaurante (publicado en 1886-1887). La placa fue puesta por la Cámara de comercio e Industria el 25 de mayo de 1971. Lugar donde comieron los protagonistas de la novela: sus protagonistas Juanito Santa Cruz y Fortunata.[6] Lo cierto es que en la novela se menciona una pastelería diciendo: "anoche cenó en la pastelería del sobrino de Botín".
El escritor norteamericano Ernest Hemingway era un asiduo visitante durante sus estancias en Madrid y uno de los personajes de "The sun also rises" (Jake) declara haber comido en Botín.
Indalecio Prieto menciona en su libro "Mi vida" los deliciosos bartollillos que se elaboran.
Graham Greene menciona el restaurante en su libro “Monseñor Quijote”
Frederick Forsyth en “El manifiesto negro


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