domingo, 3 de noviembre de 2013

Andalucía - España

020 – Andalucía – España
Tierra de contrastes

La milenaria historia de Andalucía ha dejado en herencia un inmenso legado artístico. La Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba o la Giralda y casco histórico de Sevilla son hitos monumentales de la Humanidad, pero en la inmensa mayoría de sus ciudades y pueblos se encuentran representados los mejores momentos de la vida artística andaluza a través de los tiempos.
La brillante arquitectura islámica, renacentista y, sobre todo, barroca de sus edificios más importantes, sus castillos, fortalezas y monasterios, diseminados por toda su superficie, completan un patrimonio de enorme trascendencia. La patria de Velázquez, Murillo y Picasso dispone de lienzos, esculturas, joyas, imágenes y restos arqueológicos que se reparten por catedrales, museos, iglesias, conventos y palacios como guardianes de un potente desarrollo artístico. En la localidad más alejada es posible encontrar un retablo de primera categoría, una obra maestra de la pintura o una pieza de la más elaborada orfebrería.
La variedad de fiestas y celebraciones en Andalucía es tan amplia como su geografía, y su calendario es una auténtica enciclopedia donde se resumen las artes y costumbres de sus pueblos.
En las fiestas de primavera, de siembra y cosecha, en cada fiesta patronal, feria, vendimia, verbena y romería se pone de manifiesto lo más elaborado de su artesanía, gastronomía, música y creencias religiosas.
Los carnavales inician ruidosamente la serie, subvirtiendo con humor e ironía los papeles cotidianos. En Semana Santa los templos sacan en procesión sus más valiosos tesoros para acompañar las imágenes de la Pasión, recorriendo un itinerario que se repite fielmente cada año. La festividad del Corpus es el argumento para un brillante desfile. Las Cruces de Mayo aúnan espectacularmente lo religioso y lo profano.
La Fiesta de los Toros tiene en Andalucía una importancia fundamental por su gran arraigo, y durante tres cuartas partes del año se celebran corridas en sus numerosas plazas, coincidiendo con las ferias locales, donde se baila y se canta al son de las guitarras. El flamenco es la expresión más genuina del folclore andaluz. Los festivales de cante en período estival establecen un calendario de actuaciones para todos los gustos.
Las romerías son procesiones piadosas y festivas que tienen como escenario la naturaleza, huella de los antiguos ritos de la fertilidad.
Han alcanzado gran renombre su cerámica y alfarería, sus trabajos artísticos en metal y joyería, las labores del cuero para calzado, la producción textil artesanal, que va desde la fabricación de mantas a los bordados y mantones, y toda una muestra de habilidades que incluyen al mueble, fibras vegetales, encuadernación, trabajos en piedra y mármol e instrumentos musicales, entre otras.
La alimentación del Mediterráneo está de moda. Productos básicos como las hortalizas, frutas, pescados y el aceite de oliva virgen se han convertido en un aliciente importante en la cocina andaluza.
Basa sus platos en las materias primas de su región, pudiendo degustar platos de pescado en las provincias costeras y platos de carne en las de interior. La enorme variedad de frutas estará presente en todos ellos, quizás la única diferencia sea el toque personal que cada pueblo otorga a sus platos típicos.
La gastronomía andaluza tiene profundas huellas de la cocina árabe de al-Ándalus. Su refinamiento transformó muchas costumbres.
Los potajes de legumbres y verduras y los guisos de caza,  junto a las formas de preparar el pescado configuran la esencia de esta cocina.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Sharbat Gula

Fotografía
019 - Sharbat Gula
El poder de una mirada

Sharbat Gula fue fotografiada cuando tenía 12 años por el fotógrafo Steve McCurry, en junio de 1984. Fue en el campamento de refugiados Nasir Bagh de Pakistán durante la guerra contra la invasión soviética. Su foto fue publicada en la portada de National Geographic en junio de 1985 y, debido a su expresivo rostro de ojos verdes, la portada se convirtió en una de las más famosas de la revista. Sin embargo, en aquel entonces nadie sabía el nombre de la chica, por lo que era conocida simplemente como la niña afgana. La foto volvió a la portada de la revista en una edición especial en noviembre de 2001.
El mismo hombre que la fotografió, Steve McCurry, la encontró de manera poco común, puesto que no se volvía a ver con casi ninguna persona fotografiada, después de diecisiete años. El fotógrafo realizó numerosos viajes a la zona hasta que, en enero de 2002, encontró a la niña convertida en una mujer de treinta años y pudo saber su nombre. Sharbat Gula vive en una aldea remota de Afganistán, es una mujer tradicional pashtún, casada y madre de tres hijas más una cuarta que murió cuando era pequeña. Su marido, con quien se casó a los trece años, poco después de su famosa fotografía, se llama Rahmat Gul y sus tres hijas Robina, Zahida y Alia. Sharbat volvió a Afganistán en 1992. Nadie la había vuelto a fotografiar hasta que se reencontró con McCurry y no sabía que su cara se había hecho famosa. La identidad de la mujer fue confirmada al 99,9% mediante una tecnología de reconocimiento facial del FBI y la comparación de los iris de ambas fotografías.
Su historia fue contada en la edición de abril de 2002 de la revista y en un documental para televisión titulado Niña desaparecida: misterio resuelto (que después fue comercializado en DVD con los nombres de En busca de la joven afgana y En busca de la muchacha afgana). La sociedad que publica la revista creó en su honor una organización caritativa llamada Afghan Girls Fund, que ayudaba al desarrollo y creación de oportunidades educativas para las niñas y mujeres afganas. En 2008, este proyecto creció para ayudar también a niños y pasó a llamarse Afghan Children's Fund.
Video: http://www.youtube.com/watch?v=z59BS897WkY

Federico Fellini

018 - Federico Fellini
El cineasta de los recuerdos

Un mito de la historia del cine contradictorio, satírico, apasionado y único.
Cada película es una parte esencial de su vida. Las calles de Rímini por donde vagaba sin hacer nada, el colegio religioso en el que estudió, los domingos invernales en que los sacerdotes le llevaban a la playa, su afición por la mentira, su admiración por el circo, su gusto por extraer la belleza de lo vulgar. Funcionan en este autor original como un bálsamo que más tarde referenciará en sus filmes de una u otra forma. Un cineasta mitificado, que obtuvo un gran reconocimiento en vida, lo cual no siempre es fácil.
Es universalmente considerado como uno de los principales protagonistas en la historia del cine mundial. Ganador de cuatro premios Óscar por mejor película extranjera, en 1993 fue galardonado con un Óscar honorífico por su carrera.
Durante casi cuatro décadas –desde El jeque blanco en 1952 hasta La voz de la luna en 1990– y dos docenas de películas Fellini realizó un retrato de una pequeña multitud de personajes memorables. Decía de sí mismo que era "un artesano que no tiene nada que decir, pero sabe cómo decirlo". Su obra es ampliamente considerada como única e inolvidable, llena tanto de asperezas como de sátira, y veladas de melancolíaSus primero acercamientos al cine están signados por su alma de guionista, colabora con filmes importantisimos como "Roma ciudad abierta" y "Paisa". Donde comienza a tener relevancia su nombre como escritor.
Su primero película como director seria varios años después en 1948 llamada "Luci del varietà" (1951), donde comienza a declinar en un estilo propio, entre lo lógico y lo onirico.
Luego en 1952 graba “Lo sceicco bianco” y ya con "Los inútiles (I Vitelloni)" gana su primer premio importante.
“La stada” en 1954 le da mas y mas premios. Sigue grabando y para el año 1959, en el que graba “La dolce vita”, ya se había convertido en el director Europeo mas importante.
En ese punto aparece en la vida y la poética del director, el maravilloso actor, quien seria durante toda su vida, el actor fetiche del director Marcello Mastroianni.  En el año 1963 sale "Fellini ocho y medio (8 e 1/2)", película con la cual el maestro Fellini gana su tercer Oscar, y es tomada como la mejor película del director.
Luego de años de grabación en 1973 decide retornar a su mente y recuerdos de la infancia, pegado sobre este proceso aparece el film “Amarcord” y pegado a este el maravilloso “Casanova”, una obra por el gran artista del sexo de finales de época, una obra maestra de la perfección.
Ese es como su pico mas alto, de ahí comienza a levemente decaer, igual sin perder la gracia ni lo maravilloso con películas como "La ciudad de las mujeres” (1980) y "Y la nave va (1983).  
Su ultima película "La voz de la luna” (1990), es una atractiva autobiografía, pero puesta en ojos de dos linyeras, y lo demás, silencio…
Muere en Roma en 1993.